Utilizamos cookies propias con finalidades analíticas. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar todas las cookies”. Para más información puedes visitar nuestra Política de Cookies.
Aceptar todas las cookiesF.A.Q.
¿Cómo podemos ayudarte?
Mi yaco se muerde las plumas; ¿por qué lo hace?, ¿qué puedo hacer para evitarlo?
Mi yaco se muerde las plumas; ¿por qué lo hace?, ¿qué puedo hacer para evitarlo?
Esta conducta llamada picaje puede tener causas médicas: puede deberse a enfermedades de la piel, de las plumas… Por esto es conveniente realizar una visita al veterinario si esto ocurre y así eliminar esta posible causa. Ahora bien, también puede tratarse de un picaje conductual, de un trastorno de comportamiento. Este transtorno del comportamiento puede tener una base nutricional. Una dieta incorrecta puede incrementar el «estrés basal» del animal. Dicho de otra manera, una dieta inadecuada puede incrementar la «estresabilidad» del animal. En Psittacus Catalonia investigamos en este ámbito y aplicamos todos los conocimientos que obtenemos en la mejora de nuestros piensos y papillas. Podríamos decir que los loros que coman productos PSITTACUS estarán menos ansiosos y más preparados para integrar los estímulos del entorno sin rebasar el umbral a partir del cual se empiezan a desencadenar este tipo de conductas anómalas. El picaje conductual es un comportamiento anómalo que se puede desencadenar como respuesta «irracional» a un nuevo estímulo desestabilizador (habitualmente un cambio en el entorno físico y/o vivencial). Dicho de otra manera: cuando un loro no sabe cómo dar respuesta a alguna cosa que le intranquiliza y/o le crea inseguridad o malestar se libera de ese estrés haciendo alguna cosa que aparentemente no tiene nada que ver: chillando exageradamente, destrozando el mobiliario, autolesionándose, limpiándose y tocándose la plumas en exceso… (como la persona que se muerde las uñas cuando está inquieta). Estas conductas de liberación del estrés o de la tensión «emocional», pueden irse cronificando, modificando y agravando. En loros que conviven con los humanos, esta conducta nos llama la atención negativamente y a menudo respondemos riñiéndoles (en definitiva, prestándoles atención). Si el loro observa que arrancándose plumas obtiene nuestra atención, reforzará esta conducta. En estos casos es constatable que se muerden y se arrancan las plumas especialmente cuando estamos a su lado. A grandes rasgos, para detener esta conducta, hace falta que hagamos un poco de introspección. Tenemos que ponernos en el lugar del loro e intentar descubrir cuál puede ser la causa desencadenante de esa conducta. Una vez localizada la causa, será preciso eliminarla o minimizar los efectos realizando una adaptación progresiva del loro a la nueva situación. Analizad con detenimiento a partir de qué momento empezó a picarse vuestro loro y qué ha cambiado desde ese momento. Pueden ser factores desencadenantes: cambios en el grupo familiar, cambios en las rutinas, cambios en el entorno físico (por ejemplo el cambio de ubicación de la jaula o la incorporación de algún juguete nuevo a la jaula), la sobreestimulación, la subestimulación (aburrimiento), la disminución repentina del nivel de atención humana a que estaba acostumbrado… Evitad reñirlo cuando lo haga, ya que involuntariamente podríais reforzar aún más esa conducta: si el loro ve que cuando lo hace nos dirigimos a él (aunque sólo sea para reñirle), lo hará también para llamar la atención. Incluso es recomendable que cuando se arranque una pluma delante vuestro os volváis de espaldas y salgáis de la habitación. Conviene que note que no os interesa para nada lo que hace. Es recomendable evitar que esta conducta anómala se cronifique, no tenemos que esperar mucho para encontrar soluciones. A nivel alimentario, durante una situación de picaje, el pienso más indicado y que recomendamos para eliminar una posible causa nutricional y reducir el nivel de ansiedad del animal, es el pienso Formula Omega.
Esta conducta llamada picaje puede tener causas médicas: puede deberse a enfermedades de la piel, de las plumas… Por esto es conveniente realizar una visita al veterinario si esto ocurre y así eliminar esta posible causa. Ahora bien, también puede tratarse de un picaje conductual, de un trastorno de comportamiento. Este transtorno del comportamiento puede tener una base nutricional. Una dieta incorrecta puede incrementar el «estrés basal» del animal. Dicho de otra manera, una dieta inadecuada puede incrementar la «estresabilidad» del animal. En Psittacus Catalonia investigamos en este ámbito y aplicamos todos los conocimientos que obtenemos en la mejora de nuestros piensos y papillas. Podríamos decir que los loros que coman productos PSITTACUS estarán menos ansiosos y más preparados para integrar los estímulos del entorno sin rebasar el umbral a partir del cual se empiezan a desencadenar este tipo de conductas anómalas. El picaje conductual es un comportamiento anómalo que se puede desencadenar como respuesta «irracional» a un nuevo estímulo desestabilizador (habitualmente un cambio en el entorno físico y/o vivencial). Dicho de otra manera: cuando un loro no sabe cómo dar respuesta a alguna cosa que le intranquiliza y/o le crea inseguridad o malestar se libera de ese estrés haciendo alguna cosa que aparentemente no tiene nada que ver: chillando exageradamente, destrozando el mobiliario, autolesionándose, limpiándose y tocándose la plumas en exceso… (como la persona que se muerde las uñas cuando está inquieta). Estas conductas de liberación del estrés o de la tensión «emocional», pueden irse cronificando, modificando y agravando. En loros que conviven con los humanos, esta conducta nos llama la atención negativamente y a menudo respondemos riñiéndoles (en definitiva, prestándoles atención). Si el loro observa que arrancándose plumas obtiene nuestra atención, reforzará esta conducta. En estos casos es constatable que se muerden y se arrancan las plumas especialmente cuando estamos a su lado. A grandes rasgos, para detener esta conducta, hace falta que hagamos un poco de introspección. Tenemos que ponernos en el lugar del loro e intentar descubrir cuál puede ser la causa desencadenante de esa conducta. Una vez localizada la causa, será preciso eliminarla o minimizar los efectos realizando una adaptación progresiva del loro a la nueva situación. Analizad con detenimiento a partir de qué momento empezó a picarse vuestro loro y qué ha cambiado desde ese momento. Pueden ser factores desencadenantes: cambios en el grupo familiar, cambios en las rutinas, cambios en el entorno físico (por ejemplo el cambio de ubicación de la jaula o la incorporación de algún juguete nuevo a la jaula), la sobreestimulación, la subestimulación (aburrimiento), la disminución repentina del nivel de atención humana a que estaba acostumbrado… Evitad reñirlo cuando lo haga, ya que involuntariamente podríais reforzar aún más esa conducta: si el loro ve que cuando lo hace nos dirigimos a él (aunque sólo sea para reñirle), lo hará también para llamar la atención. Incluso es recomendable que cuando se arranque una pluma delante vuestro os volváis de espaldas y salgáis de la habitación. Conviene que note que no os interesa para nada lo que hace. Es recomendable evitar que esta conducta anómala se cronifique, no tenemos que esperar mucho para encontrar soluciones. A nivel alimentario, durante una situación de picaje, el pienso más indicado y que recomendamos para eliminar una posible causa nutricional y reducir el nivel de ansiedad del animal, es el pienso Formula Omega.
< Volver